¿Os imagináis conocer a esa
persona y vivir a su lado? Continuamente. Tener su hombro para llorar. Su risa
para reír. Sus ojos para ver y hasta saber qué piensa en cada momento. Sería
como nuestra sombra pero con sentimientos. Podría ayudarnos. Guiarnos.
Querernos. Nos entendería mejor que nadie.
Nuestra alma gemela. Nuestro
compañero en las buenas y en las malas. Ese amigo que nunca te falla. Esa mano
dispuesta a ayudarte siempre. Esa compañía que jamás te abandona. Esa sensación
de sentirte querido.
Unidas como rocas. Rocas sostenidas sobre la firme tierra. Rocas que jamás se separarán. Rocas que desean seguir juntas durante la eternidad. Rocas que, tras muchos años, siguen siendo importantes. Haciendo consigo, que la relación sean tan fuertes como los cimientos. Almas gemelas.
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